Prohibido escuchar música de los 60
En mi época había una frase que decía “prohibido prohibir”.
Esa frase hoy en día es de risa.
En mi época había madres que protestaban porque en las películas de dibujos había violencia.
Hoy en día, sus hijos compran para los suyos programas de matar para la tableta, consola o pc.
Hoy en día, se me prohibe mirar a una mujer hermosa, no porque ella no quiera, es que otra persona con las neuronas podridas se le a ocurrido que a ella no le debe gustar.
Por eso...y muchas cosas más como decía Luis Aguile yo prohibiría escuchar música de los 60.
Esa música que canta diciendo “Tous les garçons et les filles de mon âge. Se promènent dans la rue deux par deux” y nosotros soñábamos con ser uno de ellos e ir de la mano de la preciosa Françoise Hardy.
Esa música es peligrosa porque contempla a gente con educación, habla de amor en el que cada pareja decide como es su amor. Es peligrosa porque muestra que la vida es algo más que un polvo rápido, la vida es más que un amor de discoteca, la vida es muy larga y si la vives hasta el final solo podrás ser feliz si tienes a tu lado a alguien que tenga esa mezcla de amor y cariño, de paciencia y de comprensión que pueden hacer que unas manos arrugadas te lleven al paraíso simplemente apretando las tuyas o acariciándote la cara. Si la tienes contigo ponte música de los sesenta y verás como ceden las arrugas y los ojos brillan con una intensidad exactamente a como las teníais en aquella década prodigiosa.
La música de los sesenta es muy peligrosa, porque te invita a soñar, te aplaca los nervios, te invita a tomar de las manos a tu compañera y embargarte mirándola a los ojos mientras escuchas “Noches de blanco satén”. Aunque lamentablemente tu compañera te diría ¿Que haces atontao?
Estoy terminando una historia en el que el protagonista encuentra unas cartas de amor adolescente que dejó, en su juventud, en el hueco de una pared y que alguien, en algún momento, leyó y le contestó “No se quien eres, pero te quiero Piter”. Por supuesto, la semana que tiene el protagonista antes de tener que regresar a Estados Unidos la emplea en buscar a “su bella desconocida”.
Yo creo que en mi generación buscamos todos a nuestras bellas desconocidas y muchos las encontraron y otros no, pero hoy en día no creo ya posible que el protagonista encuentre a la suya (o si). La ilusión, el amor, el cariño, lo han ido arrancando y solo buscan separarnos porque un pueblo unido es muy peligroso, y el amor es quizás la unión más efectiva.
Por eso yo no quiero escuchar música de los sesenta, porque me engaña, hace que mi corazón se sienta joven, me da la falsa esperanza de que todavía se puede ser el Capitán Trueno y encontrar a alguna Sigrid. Pero yo no cumplo lo que predico y intentaré hacer caso a Scott Mckenzie y cuando vaya a San Francisco procuraré llevar flores en mi cabeza porque a lo mejor mi bella desconocida está entre los antiguos hippies.
Oltra.
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